El oro es uno de los metales preciosos más utilizados en la fabricación de joyas, ya que su belleza y durabilidad lo hacen ideal para su uso en piezas de alta calidad.

Sin embargo, el oro que se encuentra en la naturaleza es un metal blando y maleable, lo que significa que no es adecuado para la producción de joyas de alta calidad. Por lo tanto, se utiliza una aleación de metales para aumentar su resistencia.

Pero, ¿por qué el oro tiene diferentes colores? La respuesta se encuentra en la aleación de metales utilizada en su fabricación. El oro de 24 kilates, que es oro puro, es demasiado blando para su uso en joyería, por lo que se mezcla con otros metales para crear aleaciones que sean más resistentes. Por ejemplo, el oro de 18 kilates está compuesto por 750 partes de oro puro y 250 partes de otros metales. Estos metales adicionales son los que dan al oro su color y propiedades únicas.

El oro amarillo es el color más común en joyería y se obtiene al mezclar oro puro con cobre y plata. El cobre le da al oro su tonalidad amarilla, mientras que la plata lo hace más resistente.

El oro blanco se obtiene al mezclar oro puro con metales como paladio, níquel o zinc. Estos metales le dan al oro su color plateado y lo hacen más duradero.

El oro rosa, también conocido como oro rojo, se obtiene al mezclar oro puro con una mayor cantidad de cobre que en la aleación del oro amarillo. Esto le da al oro su distintivo tono rosa.

En conclusión, el oro de diferentes colores se obtiene mediante la mezcla de oro puro con otros metales en la aleación. Cada color tiene su propia combinación única de metales que le da su distintivo tono y propiedades únicas. Al elegir una joya de oro, es importante conocer la aleación utilizada en su fabricación para asegurarse de que cumpla con los estándares de calidad y durabilidad que se desean.

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